Tres son sus objetivos,
a saber:
Formar un núcleo de la Fraternidad Universal de la Humanidad,
sin distinción de raza, credo, sexo, clase o color.
Fomentar el estudio comparado de las religiones, filosofías
y ciencias
Investigar las leyes inexplicadas de la Naturaleza y los poderes
latentes en el hombre.
El primer objetivo es un reconocimiento intelectual de ese principio
de fraternidad y los esfuerzos por vivirla son muy estimulantes
para la más elevada naturaleza del hombre. Vivir la fraternidad
limpia el corazón y purifica la visión; vivirla equivale
a quitar de raíz todo sentido de separatividad, que es el
primer paso hacia la realización de la no separatividad,
tan necesaria para el progreso espiritual, haciéndolo sensitivo
a las tristezas de todos, para autoidentificarse con toda la humanidad,
a fin de que pueda llegar a ser un colaborador definido con Dios,
dedicando por completo su vida a laborar en sus propósitos.
En el segundo objetivo, un estudio comparativo de las religiones
demuestra que el origen y la esencia de todas ellas son los mismos
y que, fundamentalmente, todas son una, enseñando las mismas
verdades e inculcando idénticos ideales de conducta y vida.
En el tercer objetivo ha de mantenerse viva en el hombre la intuición
espiritual y debe desterrarse por completo del fanatismo de cualquier
índole. Para tal fin deberíamos tratar de adquirir
un conocimiento de todas las leyes de la naturaleza, es decir, sus
invariables secuencias; y especialmente fomentar el estudio de aquellas
leyes menos comprendidas por los hombres modernos –las que
se llaman ciencias ocultas, que están realmente basadas en
verdadero conocimiento de la naturaleza y no es supersticiosas creencias.
Por otra parte, el hombre posee dentro de sí, ciertos poderes
latentes, e investigarlos y desarrollarlos es el objetivo de la
Sociedad, a fin de que pueda cesar el sufrimiento e irradie la Paz
por todo el mundo.
En lo que atañe a los poderes latentes en el hombre, no hemos
llegado más que al punto en que el mundo está dispuesto
a reconocer la existencia de tales poderes. Hace solamente pocos
años que algunos hombres de ciencia se han atrevido a prestar
atención a los fenómenos psíquicos y a dejar
que se sepa que tales cosas son posibles.
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