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el emblema de
la sociedad teosófica |
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Pranava,
OM, como se ha dicho antes, es una sílaba compuesta de las
letras A, U y M, de las cuales las dos primeras se combinan para formar
la vocal compuesta O. Es la sílaba mística, emblema
de la Divinidad suprema, o sea la Trinidad en la Unidad, puesto que
representa al Ser Supremo (Brahma) en su triple condición de
Creador (Brahmâ, A), Conservador (Vishnú, U) y Destructor,
o mejor dicho, Renovador (Ziva, M)... OM es el Misterio de los misterios,
fuente de todo poder y verdadera esencia de toda enseñanza.
Es también la esencia de los Vedas; es la expresión
laudatoria o glorificadora con que se encabezan todos los libros sagrados
y místicos. Dicha palabra la pronuncian los yoguis y los místicos
en general durante la meditación. (H, P. Blavatsky, Glosario
Teosófico. Véase: OM o AUM)
Ahora podemos considerar que existe una sola, homogénea
resonancia que prevalece en el universo entero, sonido o tono que
obra, por así decirlo, como el poder vivificante o despertador,
revolviendo todas las moléculas para ponerlas en actividad.
Esto es lo que representa en todos los lenguajes la vocal a, que precede
a todas las demás. Esta es la Palabra, el Verbo, el Logos del
San Juan de los cristianos, que dice: "En el principio era el
Verbo y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios". Esto es creación,
pues sin esta resonancia o movimiento entre las aquietadas partículas
no habría universo visible. Esto equivale a decir que del sonido
-o como los arios lo llaman, Nada Brahma (resonancia divina)- depende
la evolución de lo visible desde lo invisible.
Pero este sonido a, siendo producido, se convierte por sí mismo
en au, así que el segundo sonido u resulta de la continuidad
de la existencia del primero. La u, que en sí misma es una
vocal compuesta, representa por lo tanto preservación. Y la
idea de preservación está al mismo tiempo contenida
en creación, o evolución, pues no podría existir
nada para ser preservado si primero no viniera a la existencia.
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