Sede Central en Adyar, Madras (Chennai), India
 
 
  acerca de la sociedad teosófica  
Libertad de Pensamiento en la Sociedad Teosófica
Como quiera que la Sociedad Teosófica se ha esparcido a lo largo y lo ancho del mundo, y como sea que miembros de todas las religiones se han afiliado a ella, sin renunciar a sus dogmas particulares, a las enseñanzas y creencias de sus respectivos credos, se cree necesario insistir sobre el hecho de que no hay ninguna doctrina, ninguna opinión, sustentada o enseñada por quien fuere, que de ningún modo obligue a ningún miembro de la Sociedad y ninguna de las cuales no sea libre de aceptar o rechazar.
La aceptación de sus tres objetivos es la única condición para afiliarse. Ningún instructor, o autor, desde H.P. Blavatsky para abajo, posee ninguna autoridad para imponer sus enseñanzas y opiniones a los miembros.
Cada miembro tiene el mismo derecho para unirse a cualquier escuela de pensamiento que pueda escoger, pero no tiene ningún derecho a presionar a cualquier otro miembro a que lo haga. Ni ningún candidato para cualquier cargo, ni ningún elector, puede ser declarado no apto para ocupar el cargo o para votar, a causa de cualquier opinión que pueda sustentar, o a causa de su afiliación a cualquier escuela de pensamiento a la cual pueda pertenecer.
Las opiniones o las creencias no confieren privilegios ni infligen castigos. Los miembros del Consejo General solicitan encarecidamente a cada miembro de la Sociedad Teosófica que mantenga, defienda y actúe sobre estos principios fundamentales de la Sociedad, y, por consiguiente, también les pide que ejerzan con valentía su propio derecho a la libertad de pensamiento y de expresión, dentro de los límites de la cortesía y de la consideración hacia los demás.